miércoles, 4 de noviembre de 2009

Hornos negó conocer sobre el secuestro...Última jornada de testimonios de la "Causa Ayala"‏


Finalizó la ronda de testigos del juicio contra el ex comisario Diego Ulibarrie, por desaparición de cuatro militantes políticos durante un operativo de febrero de 1976, con declaraciones del teniente coronel, Armando Manuel Hornos, ex jefe del destacamento de inteligencia de ese año, quien negó su participación en operativos de averiguación por lo que contradijo testimonios anteriores y su implicancia en la causa Margarita Belén, señalada por la querella. Por último afirmó que recibía órdenes directas de Cristino Nicolaides.
Ayudado de un bastón para caminar, el teniente coronel fue buscado por más de dos semanas por el Tribunal Federal Oral de Corrientes para prestar declaraciones a la causa. El jueves iniciarán la instancia de alegatos.

Antes del último testimonio, se incorporó al expediente una declaración de Teodoro Grascelli, un sacerdote señalado por una testigo como portador de un fichero con información sobre detenidos desaparecidos.

En el documento, que data del 10 de mayo de 1999, Grascelli cuenta que durante la dictadura se desempeñó como secretario del monseñor Tortolo, quien “pedía informes al ministerio del interior sobre la situación de ciertos presos. Lo que hacía yo era dejar asentado los datos personales y fecha de detención en un fichero. De esta manera se juntó información de muchos detenidos”.

De allí se extrajo una ficha con el nombre de Vicente Ayala, uno de los secuestrados durante el operativo frente en el Club San Martín. Esta dice: “Vicente Ayala/16 de Febrero de 1976/ 13 de abril de 1977/ en la calle/ 17 de abril N/D”.

El ex teniente coronel aseguró que “nunca en su vida” vio al imputado Ulibarrie y que tampoco conoció a los cuatro militantes desaparecidos.

Asimismo afirmo haber sido jefe del destacamento de inteligencia 124 del ejército, la cual operaba en toda la región. Sin embargo sostuvo que “no tenía registro de los nombre de los detenidos, ni participé de averiguaciones. En estos casos solo se dejaba asentado el número: en Santa Fe hubo tres menos, por ejemplo”.

“Lo que hacía mi oficina era sacar informes sobre la situación económica y esas cosas…”.

Precisó que “las averiguaciones eran verbales y casi nada quedaba escrito. Se era muy celoso con la información, esta se quedaba en círculos cerrados”.

“Estaba terminantemente prohibido de muerte difundir algo” aclaró.

¿De qué manera operaba? preguntó el fiscal Flavio Ferrini, quien obtuvo como respuesta un ejemplo del testigo.

“En su momento, el jefe del Regimiento 9, me dijo que en la zona de la plaza de La Cruz había pasado algo. Sin especificar que, me pidió averiguar. Fui a preguntar a transeúntes datos, pero nadie sabía nadie”.

Sin embargo indicó que en la escala jerárquica, las órdenes que recibía no venían del RI9, sino de “Nicolaides (Cristino) y del jefe del segundo cuerpo del ejército, (Juan Carlos) Diaz Bezzone”

Por ese entonces coronel, Nicolaides, fue durante los inicios el que estaba a cargo de la Brigada de Infantería VII y de la subzona 23 del II Cuerpo de Ejército, la cual operaba en Misiones, Chaco, Formosa y parte de Corrientes.

El abogado querellante, Ramón Leguizamon, informó a Hornos que “un testigo de apellido Cecoto, afirmó que usted hizo averiguaciones sobre los desaparecidos en las inmediaciones del Club San Martín, y que anotó todo en una máquina de escribir”.

“Juro por el nombre de mi madre que nunca hice tal cosa”, respondió efusivo el testigo.

A su turno, el abogado Hermindo Gonzáles le recordo que “la familia de Vicente Ayala dice que usted fue dos veces a visitarlos a su casa y que les preguntó por este y por su esposa”.

“Yo no sabía que tenía mujer…”, respondió.

“Pero sabía entonces que estaba desaparecido” replico Gonzáles.

“No, me enteré recién en esta época, pero la verdad, que en esos años no tenía idea”.

Confesó que “no me acuerdo de ciertas cosas y para peor, algunas no se si las leí o las dije”.

Por otro lado indicó que el no tenía “nada que ver con la causa Margarita Belén, esas fueron versiones mediáticas”.

Sin embargo, no se trató de una versión dada por los medios sino que esta fue dicha por la querella quien implicó al testigo en esta causa, para aportar en su momento sobre el posible paradero de Hornos

Terminada la sesión momarandu.com habló con María del Rosario Ayala, hermana de Vicente Ayala, quien opinó que el testigo “se hizo el inocente y se calló todo lo que podía saber. Se hizo pasar por enfermo para negar todo. Ese hombre fue dos veces a casa y se hacía el interesado por el destino de mi hermano. Vino acá y lo negó frente a nosotros”.

Por Mariano Mauriño del Centro de Comunicacion Comunitaria...

En el Hornos
Pese a declarar como testigo en la "Causa Ayala" en la última jornada de testimonios, el temido Coronel Hornos mostró mucho nerviosismo, incluso fue acompañado de un prestigioso abogado correntino, el Diputado (MC) Zárate Montaña, como si estuviera acusado de algo. En el Chaco por cierto, esperan que pronto esté sentado en el banquillo nuevamente, aunque en calidad de imputado.
El ex-hombre fuerte de la Inteligencia Militar en los años de plomo del Área 231, se mostró como un anciano temeroso, con una voz dubitativa.
Aclaró al Dr. Víctor Alonso, Presidente del Tribunal Oral de Corrientes, que podía equivocarse porque no recordaba bien aquella época. Con bastón y andar cansino, aunque con un físico que desmiente sus achaques, Hornos parece querer dejar en claro que es un anciano, muy deteriorado además.
Cuando le preguntan si conoce al imputado afirma "no que recuerde", y respecto a las víctimas dice uno a uno mientras le son nombrados "ni de vista", lo dice con firmeza además, poniendo en dudas su supuesta desmemoria.
Su participación en los hechos es fortuita, señala, ya que el Jefe del RI9 en ese entonces, "no recuerdo el nombre" afirma, le indica que en la zona de la Iglesia de la Cruz "algo pasó", sin referirle qué, y le solicita que averigüe si efectivamente pasó algo y qué era. Con esa explicación podía tratarse de cualquier cosa, o de nada importante, desde un accidente de tránsito hasta el avistamiento de un ovni, pese a lo cual fue a la zona y se entrevistó con algunos vecinos. En éste punto casi coincide con el testigo Secotto, excepto en la parte que el médico que declaró en la décima jornada afirma que Hornos le tomó declaración unos días después de los hechos, asistiendo a su casa con una máquina de escribir y otros tres uniformados. "Fui solo, y no escribí nada", afirma, "en esa época no se escribía nada".
No es lo mismo que un hombre haga preguntas informales para saber qué pasó en una zona determinada, a que se presente en un domicilio con varios uniformados y una máquina de escribir, como quien va a tomar una declaración a un testigo de un hecho concreto, que le fuera referido claramente según el testigo Secotto.
Algunos conocieron su rostro por primera vez, otros, que fueron testigos en la "Causa RI9", difícilmente lo recuerden con la imagen que quiso mostrar. Para ellos, siempre será aquel que según sus propios dichos, sólo respondía a las órdenes de Díaz Bessone y Nicolaides: el temible Coronel Hornos.

Lo que antecede no es un comunicado de prensa de la Comisión de Derechos Humanos de Corrientes, sino la difusión de una nota de su portal de noticias (www.cpdhcorrientes.com.ar). Se autoriza su libre difusión parcial o total. Si no desea seguir recibiendo estas noticias responda este mail modificando el asunto por "desuscribirme"

FUENTE: Pagina de la Comision de Derechos Humanos de Corrientes www.cpdhcorrientes.com.ar


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