miércoles, 2 de septiembre de 2009

Testimonios indican que Ulibarrie “mato a patadas” a Cacho Ayala...quinta jornada del juicio en Corrientes


En la nueva audiencia de la causa donde se imputa al ex comisario Diego Ulibarrie, por la desaparición de cuatro militantes políticos en febrero de 1976, dos testigos dijeron que uno de los participantes de aquel operativo vio como el actual imputado mato a patadas a Vicente “Cacho” Ayala. Además, los testimonios revelaron la supuesta pertenencia del ex policía al área militar 231, zona de inteligencia en donde las distintas fuerzas trabajaban en conjunto.

El juicio por el secuestro y la privación ilegítima de libertad de Vicente Ayala, Orlando Romero, Julio Barozzi y Jorge Saravia Acuña, contó primeramente con el testimonio de Raúl Carlos Villanueva, un retirado sargento primero del ejercito, cuyas funciones en la provincia se desarrollaron en la dependencia militar de Santa Catalina.
Durante las indagaciones del abogado querellante, Hermindo Gonzales, el testigo reveló haber conocido a David Oscar Schifle, cuyo sobrino fue el desaparecido Julio Barozzi. “Lo conocí luego de haberse retirado, falleció hace mas o menos dos años”, dijo Villanueva.

Fue Schifle quien dijo en una declaración de esos tiempos, que su par Villanueva le comentó que una noche(cercana al hecho) mientras custodiaba el complejo de Santa Catalina, vio entrar una camioneta y una ambulancia quienes se dirigieron al riachuelo del lugar. Luego de ello, se escuchó lamentos y gritos.

Además, el documento cuenta que el custodio de aquel día, hoy sentado en el banquillo, vio al mayor Claro, segundo en jerarquía dentro del Regimiento de Infantería 9, manejar el operativo.

Sin embargo esos hechos fueron negados por una declaración de Villanueva hecha en simultáneo. Durante la audiencia de ayer, el testigo volvió a ratificar su negativa. “Nunca vi a nadie entrar con camionetas, ni escuche gritos ni nada parecido”, dijo. “En una oportunidad Schifle fue a mi casa con dos abogados a preguntarme lo mismo y dije que no vi nada”, afirmó.

Vale recordar que no es la primera vez que se vincula el secuestro con el Regimiento 9. En jornadas anteriores, la esposa de Orlando Romero dijo que otro testigo en la causa, el abogado Miguel Angel Tanuri, le dijo que los llevaron a dicha dependencia.

Para finalizar su testimonio, el ex militar dijo que conocía a Ulibarrie porque “trabaje en su empresa de seguridad, luego de haberme retirado”, preciso.

Seguido a Villanueva declaró José Eduardo Insaurralde, quien aseguro conocer a Vicente Ayala de la Facultad de Derecho. Así también conoció a Ulibarrie, porque éste “arresto a un saladeño de apellido Escobar, cliente mío, por lo que al tramitar la excarcelación conversé con él”, dijo el testigo.

“El cuñado de mi cliente en agradecimiento nos invitó a mi colega y a mi a un asado”, dijo y agrego que el anfitrión era un prefecto, Angel Leandro Acosta. “Durante la conversación, este nos comentó que estuvo en el arresto de Vicente Ayala y que vio como Ulibarrie lo mató a patadas” indicó y agrego que el imputado en la causa “tenía contacto con el resto de las otras fuerzas, por ser parte del área de inteligencia”.

Por su parte, también declaró el colega de Insaurralde, Humberto Antonio Pérez, quien estuvo en esa reunión y ratifico los dichos del anterior testigo: “Me impresiono lo que dijo Acosta, me dio a entender que lo pateo sin piedad”, narró. “Vi a gente muerta por disparos, pero la idea de alguien muerto a patadas me impacto” aseguró.
El testigo precisó que el área de inteligencia donde se desempeñaba Diego Ulibarrie, era el área militar 231, zona de inteligencia, cuyo poder permitía “privar ilegítimamente de la libertad con impunidad”: “los detenidos no podían presentar habeas corpus” señalo. “Unos clientes míos, los hermanos Pucheta, fueron puestos a disposición de esta área militar y estando presos los golpearon” contó como anécdota.
También indicó que “Acosta informo esa noche que estuvo en otros procedimientos con Ulibarrie”.

Para finalizar el debate de ayer, se hizo presente el periodista responsable de la publicación “El Independiente”, Baltazar Rodriguez Moreira, quien contó que a raíz de una agresión sufrida por su hija en 1992, fue citado por Diego Ulibarrie, el cual “aseguró que no tenía nada que ver en el ataque”. Sostuvo además que “sospecho que la golpiza contra mi hija se debió a una nota contra la policía publicada en mi diario”.

“Por esos años, Ulibarrie, era uno de los postulantes para sub jefe de policía, esa era su meta” conto. “Este era conocido como uno de los hombres duros dentro de la fuerza, los que no dudaban en golpear a los detenidos”.

Por Alejandro Mauriño del Centro de Comunicacion Comunitaria

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